La luz del sol temblaba en el horizonte, sonrojándose y escondiéndose de la hermosa Dama Blanca y sus titilantes lágrimas, dueña de la oscuridad. El pueblo que se extendía a sus pies estaba entrando poco a poco en el silencio del sueño, con la reconfortante calidez que da el fuego del hogar tras un arduo día de trabajo. Y las sombras se alargaban hasta desaparecer con el crepúsculo, con la llegada de la brisa de la noche.
- Ah, estás aquí - dijo una voz demasiado vieja, demasiado cansada. - tenía que haberlo adivinado, te encanta este lugar. De crío te pasabas las tardes enteras viendo alejarse a las nubes, jugando a ser caballero que vencía al sol cuando éste retrocedía.
- Pocas cosas han cambiado, tío - sonrió - tu aún sigues cuidándome de las sombras.
- Vete, Tristán, huye con ella y aléjate de una muerte segura - su voz era severa - no te he criado para verte morir.
- Tu me has criado tío, me has dado todo lo que tengo, todo lo que soy es un reflejo de vos, si soy valiente es porque vos me enseñasteis a serlo, si soy leal a mi patria, a mi rey, a los míos, es porque seguí vuestros pasos - le miró a los ojos, su determinación era clara como el agua - me distéis la vida, nunca podré devolveros tan grande favor, si no es entregándote mi propia vida.
- Eres joven, tienes una vida de alegría hasta que tengas que enfrentarte a la muerte, una vida llena de amor junto a Iseo - pero su voz temblaba a causa de la emoción.
- Aún después de todo, darías la vida por mí - rió - no temo a la muerte tío, si caigo será defendiendo mi amor más allá de ella. Lucharé por vos, moriré junto a vos.
martes, 25 de enero de 2011
sábado, 22 de enero de 2011
Cuentos medievales
Hoy nuestras compañeras nos han mostrado y hablado sobre unos cuentos medievales.
El primero se llamaba " El judío, el hidalgo y la mula " de autor anónimo :
Habla de la astucia de un judío humilde, que logra limpiar su imagen y recuperar lo que el hidalgo le había robado por medio del engaño. Nos viene a enseñar que muchas veces la inteligencia es la mejor opción para solucionar los problemas. Creemos que el cuento fue escrito por un judío, ya que nos muestra que los judíos pueden ser generosos, buenos y astutos.
El segundo se titula " La anciana " escrito por Pedro Mejía :
La anciana, con la sabiduría que dan los años, había podido comprobar que cuando un tirano moría, venía otro tirano peor que el anterior, por eso rezaba para que el tirano no muriera y no viniera otro peor que éste. La visión de la anciana es sabia, pero se atiene demasiado a las costumbres y olvida la rebeldía y la fuerza que puede causar la esperanza, porque alguna vez se acabarán los tiranos. Este cuento pretende quitar al pueblo su esperanza y sus ganas de rebeldía a partir del miedo, pero sin saber que a veces las cosas llegan a un límite que es imposible reprimir y explotarán con toda la fuerza guardada. Pretende mantener el orden público y social.
El tercero se llama " El garzón " escrito por Juan Ruiz :
Nos viene enseñar una teoría y enseñanza bíblica de la que no estamos de acuerdo. En el cuento un practicante de una religión en la que se le permite casarse con más de una mujer, decide casarse con dos y se casa primero con la más joven, y descubre el verdadero amor, por lo que no se casa con nadie más.
Pienso que fuera de los comportamientos que dicta la Iglesia, que encontrara el amor verdadero en su primera mujer fue solo casualidad y que en una vida bien puedes amar a más de una persona a la vez o en distinto tiempo, como también puedes dejar de amarla. Creo que hablando de amor, no hay límites ni reglas posibles que lo dicten.
Por Alba Escalona.
El cuarto se titula " El rey granadino " por Mateo Alemán :
Este cuento tan peculiar nos viene a enseñar que da igual lo bien que intentemos hacer algo, con toda nuestra buena intención, si solo se fijan en el resultado y no en el esfuerzo empleado. Esto le pasó al alcaide cuando el rey le puso a prueba, y nos quiso enseñar que él no faltó a su palabra de alimentar al cordero con su ración diaria de comida, pero aún así el cordero estaba escuálido y el rey dejó de confiar en su amigo.
Nuestras compañeras buscaron muy bien la información y se la aprendieron, a parte de realizar un buen trabajo exponiendo los cuentos medievales, demostraron saber de ellos cuando nos los explicaron. Pensamos que su trabajo fue excelente. Para ver los cuentos pinchar en : cuentos medievales
El primero se llamaba " El judío, el hidalgo y la mula " de autor anónimo :
Habla de la astucia de un judío humilde, que logra limpiar su imagen y recuperar lo que el hidalgo le había robado por medio del engaño. Nos viene a enseñar que muchas veces la inteligencia es la mejor opción para solucionar los problemas. Creemos que el cuento fue escrito por un judío, ya que nos muestra que los judíos pueden ser generosos, buenos y astutos.
El segundo se titula " La anciana " escrito por Pedro Mejía :
La anciana, con la sabiduría que dan los años, había podido comprobar que cuando un tirano moría, venía otro tirano peor que el anterior, por eso rezaba para que el tirano no muriera y no viniera otro peor que éste. La visión de la anciana es sabia, pero se atiene demasiado a las costumbres y olvida la rebeldía y la fuerza que puede causar la esperanza, porque alguna vez se acabarán los tiranos. Este cuento pretende quitar al pueblo su esperanza y sus ganas de rebeldía a partir del miedo, pero sin saber que a veces las cosas llegan a un límite que es imposible reprimir y explotarán con toda la fuerza guardada. Pretende mantener el orden público y social.
El tercero se llama " El garzón " escrito por Juan Ruiz :
Nos viene enseñar una teoría y enseñanza bíblica de la que no estamos de acuerdo. En el cuento un practicante de una religión en la que se le permite casarse con más de una mujer, decide casarse con dos y se casa primero con la más joven, y descubre el verdadero amor, por lo que no se casa con nadie más.
Pienso que fuera de los comportamientos que dicta la Iglesia, que encontrara el amor verdadero en su primera mujer fue solo casualidad y que en una vida bien puedes amar a más de una persona a la vez o en distinto tiempo, como también puedes dejar de amarla. Creo que hablando de amor, no hay límites ni reglas posibles que lo dicten.
Por Alba Escalona.
El cuarto se titula " El rey granadino " por Mateo Alemán :
Este cuento tan peculiar nos viene a enseñar que da igual lo bien que intentemos hacer algo, con toda nuestra buena intención, si solo se fijan en el resultado y no en el esfuerzo empleado. Esto le pasó al alcaide cuando el rey le puso a prueba, y nos quiso enseñar que él no faltó a su palabra de alimentar al cordero con su ración diaria de comida, pero aún así el cordero estaba escuálido y el rey dejó de confiar en su amigo.
Nuestras compañeras buscaron muy bien la información y se la aprendieron, a parte de realizar un buen trabajo exponiendo los cuentos medievales, demostraron saber de ellos cuando nos los explicaron. Pensamos que su trabajo fue excelente. Para ver los cuentos pinchar en : cuentos medievales
lunes, 17 de enero de 2011
Los lais de María de Francia
María de Francia (en francés, Marie de France) fue una poetisa nacida, evidentemente, en Francia que vivió en Inglaterra a finales del siglo XII. No se sabe prácticamente nada de los primeros años de su vida, aunque escribió en una clase de francés continental copiado por escribas anglo-normandos. Por tanto, la mayor parte de sus manMaría de Francia (en francés, Marie de France) fue una poetisa nacida, evidentemente, en Francia que vivió en Inglaterra a finales del siglo XII. No se sabe prácticamente nada de los primeros años de su vida, aunque escribió en una clase de francés continental copiado por escribas anglo-normandos. Por tanto, la mayor parte de sus manuscritos tienen los rasgos correspondientes a esa variante del francés antiguo. Aunque uscritos tienen los rasgos correspondientes a esa variante del francés antiguo.
Sus obras más importantes son los lais una colección de doce relatos breves cuyo tema principal es el amor. Estas narraciones constituyen una de las fuentes de la narrativa caballeresca.
En el Lai de Madreselva cuenta el amor entre Tristán e Iseo con algunas variaciones.
Sus obras más importantes son los lais una colección de doce relatos breves cuyo tema principal es el amor. Estas narraciones constituyen una de las fuentes de la narrativa caballeresca.
En el Lai de Madreselva cuenta el amor entre Tristán e Iseo con algunas variaciones.
Tristán e Isolda
Meliadus, señor de Lyonesse había estado en guerra con otro señor llamado Morgan. Cuando por fin habían llegado a un pacto de paz, Meliadus decidió partir a Cornualles donde el rey Mark gobernaba. Allí demostró sus habilidades durante un torneo en el que salió campeón. Inmediatamente, la hermana de Mark, Blanchefleur, se enamoró perdidamente del caballero victorioso quien le pidió la mano. Pero el Rey Mark lo prohibió obstinadamente lo que no impidió que los amantes se casaran en secreto.
Luego de haber tenido un hijo a quien llamaron Tristán, los rumores de que Meliadus había muerto llegaron a la Corte y Blanchefleur murió de pena.
Así el niño Tristán creció desconociendo quiénes eran sus padres y fue educado por el fiel servidor de Blanchefleur, Kurvenal. Él lo educó tanto en el manejo de las armas como en el arte, y el joven pronto aprendió a tocar muy bien el arpa.
Cuando Tristán tuvo suficiente edad, salió en busca de aventuras, hasta que el destino lo llevó a las puertas del castillo del Rey Mark, en Cornualles. Allí se enteró de la verdadera historia de su linaje y fue recibido muy atentamente. Decidió vengar la muerte de su padre retando a combate a Morgan a quien terminó venciendo.
Pero pronto un emisario del rey de Irlanda, Morold, llegó a la Corte del Rey Mark para cobrar sus exagerados impuestos. Tristán no pudo permitir tamaña injusticia por lo que lo retó a combate. Tristán terminó por acabarlo, pero recibió una herida del arma envenenada de su contrincante que sólo podía curar la hermana de Morold, Isolda.
Tristán partió así hacia Irlanda para ser curado por la princesa Isolda, pero no dio a conocer su nombre, sino que se hizo pasar por un simple juglar que tocaba muy bien el arpa. Isolda y su madre le curaron su herida de inmediato y Tristán pasó muchos días en la Corte con ellas. Isolda llegó a descubrir, durante estos días, la verdadera identidad de Tristán, el caballero que había dado muerte a su hermano. En un principio ella trató de matarlo mientras él dormía pero enseguida se arrepintió y lo perdonó.
Pero Mark, el Rey de Cornualles le había ordenado a Tristán que pidiera la mano de la princesa Isolda en su nombre y se convierta en la reina de Cornualles. De modo que, para sorpresa de todos, Tristán pidió la mano de Isolda para Mark.
La madre de Isolda, al ver infeliz a su hija, hizo una pócima de amor para que Isolda y Mark la tomaran antes de casarse y de este modo quedaran enamorados.
Pero durante el viaje en barco hacia la corte de Mark, Isolda y Tristán bebieron la pócima por equivocación y ellos fueron los que quedaron perdidamente enamorados. Sin embrago, decidieron separarse apenas llegaron a Cornualles.
Tristán realizó muchas proezas y hazañas en nombre de Isolda hasta que fue mortalmente herido. Pero no quiso recibir la ayuda de Isolda, porque sabía que esto despertaría las sospechas del rey Mark. Tristán fue informado de la existencia de otra curandera que vivía en Bretaña llamada también Isolda. Hacia allí se dirigió e Isolda de Bretaña lo curó. Ella se enamoró de Tristán y el hermano de Isolda de Bretaña le propuso la mano de su hermana. Tristán pensó que casándose con ella lograría olvidar a Isolda de Cornualles pero no sucedió.Así vivió infeliz durante algún tiempo hasta que fue herido nuevamente. Pero Isolda de Bretaña no pudo sanar esa herida por lo que el fiel servidor de Tristán, Kurvenal, que aún permanecía con él, se embarcó a Cornualles diciéndole a Tristán que si volvía en un barco con velas blancas sería porque regresaría con Isolda, la esposa de Mark, de otra forma las velas sería negras como de costumbre.Luego de unos días la nave con velas blancas retornó, pero demasiado tarde, ya que Tristán murió en ese mismo instante. Otra versión dice que Isolda de Bretaña le informó a Tristán que las velas eran negras mientras que en realidad eran blancas. Tristán ya sin esperanzas abandonó sus ganas de vivir y murió desconociendo la verdad.
Cuando Isolda de Cornualles llegó y vio que Tristán había muerto exhaló su último suspiro y murió sobre el cadáver.
Los dos cuerpos fueron transportados a Cornualles, donde se enterraron por tumbas separadas, por orden del Rey Mark. Pero cuenta la leyenda que de la tumba del juglar nació una enredadera que, cruzando las paredes, descendía hasta la tumba de Isolda. La planta fue cortada dos veces por orden del Rey, pero insistía en crecer.
En versiones posteriores una rosa y una vid crecen de las respectivas tumbas y se entrelazan.
Luego de haber tenido un hijo a quien llamaron Tristán, los rumores de que Meliadus había muerto llegaron a la Corte y Blanchefleur murió de pena.
Así el niño Tristán creció desconociendo quiénes eran sus padres y fue educado por el fiel servidor de Blanchefleur, Kurvenal. Él lo educó tanto en el manejo de las armas como en el arte, y el joven pronto aprendió a tocar muy bien el arpa.
Cuando Tristán tuvo suficiente edad, salió en busca de aventuras, hasta que el destino lo llevó a las puertas del castillo del Rey Mark, en Cornualles. Allí se enteró de la verdadera historia de su linaje y fue recibido muy atentamente. Decidió vengar la muerte de su padre retando a combate a Morgan a quien terminó venciendo.
Pero pronto un emisario del rey de Irlanda, Morold, llegó a la Corte del Rey Mark para cobrar sus exagerados impuestos. Tristán no pudo permitir tamaña injusticia por lo que lo retó a combate. Tristán terminó por acabarlo, pero recibió una herida del arma envenenada de su contrincante que sólo podía curar la hermana de Morold, Isolda.
Tristán partió así hacia Irlanda para ser curado por la princesa Isolda, pero no dio a conocer su nombre, sino que se hizo pasar por un simple juglar que tocaba muy bien el arpa. Isolda y su madre le curaron su herida de inmediato y Tristán pasó muchos días en la Corte con ellas. Isolda llegó a descubrir, durante estos días, la verdadera identidad de Tristán, el caballero que había dado muerte a su hermano. En un principio ella trató de matarlo mientras él dormía pero enseguida se arrepintió y lo perdonó.
Pero Mark, el Rey de Cornualles le había ordenado a Tristán que pidiera la mano de la princesa Isolda en su nombre y se convierta en la reina de Cornualles. De modo que, para sorpresa de todos, Tristán pidió la mano de Isolda para Mark.
La madre de Isolda, al ver infeliz a su hija, hizo una pócima de amor para que Isolda y Mark la tomaran antes de casarse y de este modo quedaran enamorados.
Pero durante el viaje en barco hacia la corte de Mark, Isolda y Tristán bebieron la pócima por equivocación y ellos fueron los que quedaron perdidamente enamorados. Sin embrago, decidieron separarse apenas llegaron a Cornualles.
Tristán realizó muchas proezas y hazañas en nombre de Isolda hasta que fue mortalmente herido. Pero no quiso recibir la ayuda de Isolda, porque sabía que esto despertaría las sospechas del rey Mark. Tristán fue informado de la existencia de otra curandera que vivía en Bretaña llamada también Isolda. Hacia allí se dirigió e Isolda de Bretaña lo curó. Ella se enamoró de Tristán y el hermano de Isolda de Bretaña le propuso la mano de su hermana. Tristán pensó que casándose con ella lograría olvidar a Isolda de Cornualles pero no sucedió.Así vivió infeliz durante algún tiempo hasta que fue herido nuevamente. Pero Isolda de Bretaña no pudo sanar esa herida por lo que el fiel servidor de Tristán, Kurvenal, que aún permanecía con él, se embarcó a Cornualles diciéndole a Tristán que si volvía en un barco con velas blancas sería porque regresaría con Isolda, la esposa de Mark, de otra forma las velas sería negras como de costumbre.Luego de unos días la nave con velas blancas retornó, pero demasiado tarde, ya que Tristán murió en ese mismo instante. Otra versión dice que Isolda de Bretaña le informó a Tristán que las velas eran negras mientras que en realidad eran blancas. Tristán ya sin esperanzas abandonó sus ganas de vivir y murió desconociendo la verdad.
Cuando Isolda de Cornualles llegó y vio que Tristán había muerto exhaló su último suspiro y murió sobre el cadáver.
Los dos cuerpos fueron transportados a Cornualles, donde se enterraron por tumbas separadas, por orden del Rey Mark. Pero cuenta la leyenda que de la tumba del juglar nació una enredadera que, cruzando las paredes, descendía hasta la tumba de Isolda. La planta fue cortada dos veces por orden del Rey, pero insistía en crecer.
En versiones posteriores una rosa y una vid crecen de las respectivas tumbas y se entrelazan.
La chason de Roldan
Es un poema épico; es el manuscrito más antiguo de esta obra se mantiene desde el siglo XII. El poema está escrito en anglonormando atribuido al abad normando Turoldo.
El texto relata la batalla de Roncesvalles, la cuál se cree, que no llegó a tener la importancia que se muestra en el cantar de Roldan y que no llegó a ser más que una emboscada, a la vez, se cree exagerado que Roldan fuera sobrino de Carlomagno, pues éste sólo era un conde.
En la Chandon de Roldan se relatan los siguientes hechos: Carlomagno ha conquistado España a excepción de Zaragoza, la ciudad del rey Marsilio. Roldan (el sobrino de Carlomagno) propone a Ganelón como embajador, éste sospecha una traición de Roldan por lo que culpa a Roldan ante los moros; atribuyéndole el hostigamiento al que están sometidos. Así Ganelón aconseja a Marsilio que haga una oferta a Carlomagno, para que sus tropas se muevan, y así éste pueda atacar la retaguardia francesa (en la que estaría Roldan). Roldan sufre la emboscada pero decide no pedir auxilio con su cuerno (el olifante). Y al fin, cuando se decide a tocarlo, lo hace con tal fuerza que le estallan las sienes. Entonces, al oír Carlomagno el olifante comprende la traición de Ganelón y lo arresta, acaba con las tropas moras y conquista Zaragoza, más tarde Ganelón muere ajusticiado.
Aquí hay un fragmento del cantar, cuando Roldan trata de romper Durandarte, para que no caiga en las manos del enemigo:
CLXXIII
Hiere Roldán la parda roca, y la quiebra de un modo que no os podría decir. Rechina la espada, mas no se astilla ni se parte, y rebota hacia los cielos. Cuando advierte el conde que no podrá romperla, la plañe, para sí, con gran dulzura:
-¡Ah, Durandarte, qué bella eres, y qué santa! Tu pomo de oro rebosa de reliquias: un diente de San Pedro, sangre de San Basilio, cabellos de monseñor San Dionisio y un pedazo del manto de Santa María. No es justicia que caigas en poder de los infieles; cristianos han de ser los que te sirvan. ¡Plegué a Dios que nunca vengas a manos de un cobarde! Tantas anchurosas tierras he conquistado contigo para Carlos, el de la barba florida. Por ellas alcanzó el emperador poderío y riqueza.
El texto relata la batalla de Roncesvalles, la cuál se cree, que no llegó a tener la importancia que se muestra en el cantar de Roldan y que no llegó a ser más que una emboscada, a la vez, se cree exagerado que Roldan fuera sobrino de Carlomagno, pues éste sólo era un conde.
En la Chandon de Roldan se relatan los siguientes hechos: Carlomagno ha conquistado España a excepción de Zaragoza, la ciudad del rey Marsilio. Roldan (el sobrino de Carlomagno) propone a Ganelón como embajador, éste sospecha una traición de Roldan por lo que culpa a Roldan ante los moros; atribuyéndole el hostigamiento al que están sometidos. Así Ganelón aconseja a Marsilio que haga una oferta a Carlomagno, para que sus tropas se muevan, y así éste pueda atacar la retaguardia francesa (en la que estaría Roldan). Roldan sufre la emboscada pero decide no pedir auxilio con su cuerno (el olifante). Y al fin, cuando se decide a tocarlo, lo hace con tal fuerza que le estallan las sienes. Entonces, al oír Carlomagno el olifante comprende la traición de Ganelón y lo arresta, acaba con las tropas moras y conquista Zaragoza, más tarde Ganelón muere ajusticiado.
Aquí hay un fragmento del cantar, cuando Roldan trata de romper Durandarte, para que no caiga en las manos del enemigo:
CLXXIII
Hiere Roldán la parda roca, y la quiebra de un modo que no os podría decir. Rechina la espada, mas no se astilla ni se parte, y rebota hacia los cielos. Cuando advierte el conde que no podrá romperla, la plañe, para sí, con gran dulzura:
-¡Ah, Durandarte, qué bella eres, y qué santa! Tu pomo de oro rebosa de reliquias: un diente de San Pedro, sangre de San Basilio, cabellos de monseñor San Dionisio y un pedazo del manto de Santa María. No es justicia que caigas en poder de los infieles; cristianos han de ser los que te sirvan. ¡Plegué a Dios que nunca vengas a manos de un cobarde! Tantas anchurosas tierras he conquistado contigo para Carlos, el de la barba florida. Por ellas alcanzó el emperador poderío y riqueza.
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